Todos la conocemos de los típicos programas de panel de la tele. Tuvo su pico de fama por su vida personal. Pero su presente profesional contrasta con lo que hace cuando la luz roja se apaga...
Por Redacción
Desde hace algunos meses, los pasillos de un exclusivo geriátrico de Villa Devoto —donde el silencio es interrumpido sólo por el suave tintinear de tazas de porcelana y el eco de risas discretas— esconden una historia que inquieta a quienes la conocen de cerca.
Una figura mediática, reconocida por su rol como panelista en los programas de la tarde, ha comenzado a visitar con regularidad el lugar. Su presencia no pasa desapercibida: carismática, verborrágica y dueña de una mirada que sabe cómo capturar la atención, muchos se preguntan qué la llevó hasta ese rincón de la ciudad con su apellido de alta alcurnia.
Lo cierto es que, tras varias visitas, tejió un vínculo cercano con una de las residentes más reservadas del lugar: una mujer de avanzada edad, heredera de una fortuna con lazos que, según sus allegados, se extienden hasta una casa real europea. La dama —de modales impecables y acento extranjero— parecía disfrutar de la compañía de la periodista, quien se ganó su confianza rápidamente.
Sin embargo, lo que comenzó como una amistad enternecedora, empezó a tornarse inquietante. Versiones no confirmadas indican que la visitante comenzó a pedirle a la anciana la firma de documentos cuyo contenido no siempre comprendía del todo. Algunos empleados del geriátrico, en voz baja, dicen haber visto carpetas con títulos confusos y expresiones de duda en el rostro de la residente.
“Ella confía porque la hace reír… pero no siempre entiende lo que está firmando”, habría comentado un testigo reservado.
Las alarmas se encendieron cuando uno de los familiares lejanos de la señora —radicado en el exterior— comenzó a notar movimientos irregulares en ciertas cuentas y propiedades. Aunque por ahora no hay denuncias formales, el rumor ya se filtró entre los pasillos, y quienes conocen el detrás de escena no pueden evitar preguntarse: ¿hasta dónde llega el interés, y dónde empieza el abuso de poder?
El misterio crece, y con él, la incomodidad. Mientras tanto, la periodista sigue apareciendo, puntual como siempre, con su sonrisa encantadora… y sus papeles bajo el brazo.
Todos la conocemos de los típicos programas de panel de la tele. Tuvo su pico de fama por su vida personal. Pero su presente profesional contrasta con lo que hace cuando la luz roja se apaga...
Este sábado, el cine nacional será el gran protagonista en la pantalla con una edición imperdible de "Argentina de Película", el ciclo conducido por Teté Coustarot que homenajea a las grandes figuras y obras del séptimo arte argentino.