Por Redacción
La guerra entre Susana Giménez y Graciela Alfano volvió a encenderse, esta vez con declaraciones explosivas que reavivan una rivalidad de años. Todo comenzó cuando Susana estalló en vivo en LAM y acusó a Alfano de haberle hecho “brujerías para matarla”, además de tildarla de “loca de mierda” y “mentirosa patológica”.
Ante el escándalo mediático, Graciela Alfano respondió con una contundencia que dejó en claro que no hay retorno posible: “Lo que dijo Susana no tiene ningún sentido. Es un delirio total. Yo jamás le hice brujerías, ni en sueños. Es una fantasía de su cabeza”, disparó en una entrevista con C5N.
Indignada, Alfano agregó: “No le hice nada, nunca. Lo único que hice fue ser yo misma, brillar con luz propia, y eso a algunas personas les molesta. Lo de la brujería es grave, es una acusación que no puede tirar al aire así, sin pruebas. ¿Dónde están las pruebas? Que las muestre. Si no, que se retracte”.
Sobre los agravios personales lanzados por Susana, fue tajante: “Llamarme ‘loca de mierda’ habla más de ella que de mí. Eso es violencia verbal. Es violencia simbólica, mediática y lamentablemente muy común en personas que creen que pueden decir cualquier cosa sin consecuencias. Susana no tiene formación en salud mental, no puede andar diagnosticando a la gente por televisión”.
También cuestionó la narrativa de Giménez respecto a su trayectoria: “Dice que no tengo talento. Entonces, ¿por qué me invitaba tantas veces a su programa? ¿Por qué me convocaban para sus especiales? A mí me llamaban porque medía. Yo nunca fui sombra de nadie, y eso le molestó siempre”.
En otro tramo de la entrevista, Alfano fue aún más filosa: “Esto no fue un exabrupto, fue un ataque de envidia. Lamento que tenga que recurrir a estas agresiones tan bajas para mantenerse vigente. Yo ya pasé por eso. No necesito escándalos para ser quien soy”.
Finalmente, dejó en claro que la relación entre ambas está completamente rota: “No tengo ningún interés en volver a cruzarme con ella. Contacto cero. No quiero reconciliación, ni diálogo, ni cámara compartida. No quiero saber más nada de Susana”.
El origen del nuevo escándalo está en una vieja polémica por un tapado de piel que, según Alfano, fue usado por María Julia Alsogaray en una producción de los años 90, pero le pertenecía a ella. “Ese tapado era mío. Se lo presté y nunca volvió. ¿Y ahora me acusa de bruja por eso? Es absurdo”, aseguró.
En este nuevo capítulo de una enemistad que ya forma parte del folclore del espectáculo argentino, queda claro que ni Susana ni Graciela están dispuestas a ceder. Las divas, otra vez, frente a frente. Y el público, atento al próximo round.